Nos invitaron a verlos reventar y reventaron.
El escenario sin escenografía se llenó de esencia. ¿Cuerpo de baile en un show
de rock? ¿Eh? ¿Rock y ballet? Sí, tan extraño como preciso, el show que
brindaron La Tabaré y los bailarines dirigidos por Martín Inthamoussu fue extraordinario.
Fotografía sacada del Facebook de La Tabaré. |
Se presentó el
nuevo disco (Que Revienten Los Artistas)
y también una nueva forma de consumir juntos, dos tipos de arte que siempre nos
lo vendieron por separado. Mucha energía que venía de todos lados, no así el
sonido, que al principio ni siquiera sonaba estéreo, después se fue corrigiendo
pero lejos quedó de ser un punto alto. Volviendo a las novedades, La Tabaré nos
presentó a su nueva integrante femenina, Lucía Ferreira puso la voz en varios
temas en reemplazo de Lucía Trentini, su carta de presentación fue disculparse
porque ya se iba, o sea Flan del Rock. La
eterna (¿invitada?) Alejandra Wolff, fue el brazo derecho de Tabaré y el pie de
apoyo de Lucía con una generosidad digna de destacar. Otro inesperado cambio en
la formación de la banda es la entrada de Marcelo Lacava por el experimentado
baterista Andrés Burgui, aunque hablando de La Tabaré los cambios ya no
deberían ser inesperados, más bien todo lo contrario, ya ni siquiera es
criticable.
Fotografía sacada del Facebook de La Tabaré. |
Fotografía sacada del Facebook de La Tabaré. |
Llegaron los
bises, los aplausos de un público que llenó la sala y que parecía no saciarse,
había recibido rock en dosis de teatro. El lado más salvaje y hermoso que puede
expresar el hombre mediante el baile se vio esa noche en el Solís, el abanico
de géneros musicales que puede tocar una misma banda, se llamó La Tabaré.
Fotografía sacada del Facebook de La Tabaré. |
Sebastián Erguiz.
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